Se suponía que no debía estar ahí. Tenía que estar de viaje, en otra ciudad. Sin embargo, no sabe muy bien cómo, el hecho fortuito de que ella no fuera a acompañarle le frenó. No lo consideró una señal, pero sí le hizo pararse a pensar y terminar decidiendo que se había cansado de echar tierra encima. Estaba claro: comenzaría a excavar desde ese mismo momento. No tiene ningún sentido buscar el norte cuando no se ha perdido. Y menos pretender hallarlo en el sur. Se suponía que no era suficiente. Asumió que se había reinventado. No era resignación, sino definición. O al menos eso pensaba. No obstante, no contaba con el hecho de que lo que uno sabe, es desconocido para el resto, por lo que no dan nada por supuesto. Y en lugar de ser como debería, fue como fue.
Fue como es.
Fue como es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario