jueves, 5 de mayo de 2011

Justo a tiempo

Se suponía que no debía estar ahí. Tenía que estar de viaje, en otra ciudad. Sin embargo, no sabe muy bien cómo, el hecho fortuito de que ella no fuera a acompañarle le frenó. No lo consideró una señal, pero sí le hizo pararse a pensar y terminar decidiendo que se había cansado de echar tierra encima. Estaba claro: comenzaría a excavar desde ese mismo momento. No tiene ningún sentido buscar el norte cuando no se ha perdido. Y menos pretender hallarlo en el sur. Se suponía que no era suficiente. Asumió que se había reinventado. No era resignación, sino definición. O al menos eso pensaba. No obstante, no contaba con el hecho de que lo que uno sabe, es desconocido para el resto, por lo que no dan nada por supuesto. Y en lugar de ser como debería, fue como fue.
Fue como es.


No hay comentarios: