martes, 30 de marzo de 2010

Aunque siempre fui protagonista

Las vidas lineales y predestinadas no venden porque no tienen interés.
Ahora, por fin, mamá, puedo ser artista.




Tictac

La chica se mira en el espejo.
Entonces se da cuenta.
Se había olvidado, va a llegar tarde, como siempre.
Tiene una cita con ella y su sonrisa.
Se dice a sí misma que es mejor tarde que nunca.


jueves, 18 de marzo de 2010

Premonición


Más vale solo
que mal enamorado.


Cuestión de fe


Hay personas que se santiguan antes de salir de casa.
Yo, siempre que veo un coche con matrícula capicúa, me toco la oreja.
Al final todo se reduce a lo mismo.


jueves, 11 de marzo de 2010

Mar el poder del mar


Esto no se para.
Esto nos separa.


Facto Delafé y las Flores Azules.


martes, 9 de marzo de 2010

C a t a r s i s


Ojalá se me concediera un deseo. Pediría uno de esos días en los que pudiera coger a X a Y y a Z, y decirles a la cara todo lo que pienso. Zarandearlos. Despotricar y blasfemar. Culparles de todo eso que no les culpo en voz alta porque mi moral y mi "qué pensarán de mí" me lo prohiben. Gritarles e incluso decirles que les odio. Y luego, después de unos diez minutos de descargarme, *clic*, que se les borrara todo de la memoria.

Yo para ser feliz no quiero un camión, quiero una catarsis.



lunes, 8 de marzo de 2010

Pan


Una amiga mía siempre le está quitando el rebozado a todo. Es un poco rara. Coge el cuchillo y el tenedor como si fuera una experta cirujana y, poquito a poco, se deshace de todo esa cobertura un tanto grasienta. En el fondo ella no se da cuenta, pero está sentando las bases de una idea bastante interesante: las personas también estamos rebozadas. Unas más y otras menos. Esa capa doradita es la que mostramos, pero en el fondo, lo bueno y lo jugoso, lo menos graso, lo que hace que cada uno sea lo que es, está debajo. A algunos les quitas el pan rallado y te sorprendes al darte cuenta de que no tienen nada más, que están huecos. Generalmente las personalidades más sanas son las que menos rebozado llevan.

Estas son las consecuencias de pensar con el estómago vacío.