jueves, 31 de mayo de 2012

Devórame otra vez

En la galería de arte la gente quiso permanecer hasta horas tardías para poder observar cómo cambiaban las imágenes de los cuadros en función de la luz que los iluminaba a través de las ventanas. Por ello, tuvo que esperar hasta que todos se hubieran marchado, y asegurarse de que nadie reparara en su presencia. Cuando comprobó que no podían verla, tomó el cuadro entre sus manos y le dió la vuelta. Pensó que con eso bastaría. Pero al volver a casa se sintió decepcionada al darse cuenta de que la situación no mejoraba. Qué ingenua fue al imaginar que girando una pintura conseguiría volver la Historia del revés. Sin embargo, en lugar de frustrarse, pudo llegar a comprender que si esto no funcionaba era porque ni Saturno ni sus hijos eran tan dioses como parecían.


miércoles, 16 de mayo de 2012

Despegando

Se ha ido a juntar el hambre con las ganas de comer.
Se han enamorado el vértigo y el deseo de caer.