lunes, 30 de mayo de 2011

Declaración de logros (en proceso)

Una vez más, tiempo después, vuelve a faltar esa excusa para comenzar a escribir. Al final va a resultar que siempre queda algo por decir... y también el deseo de hacerlo.

La contradefinición sigue siendo la misma, pero con ciertos matices resurgidos. Si eres una persona testaruda no puedes decantarte continuamente por la opción de mínimos (esfuerzos); y la prevención llevada al límite, aunque no lo parezca, lo es. De este modo, el otro camino me ha llevado a una serie de descubrimientos (todavía deben ser pulidos, pero por algo se empieza):


- Prefiero a quienes saben dar muy buenos días, pero también el pésame. Quizás no son los mejores, pero son la clase de personas de las que me quiero rodear.

- Casi todas las supersticiones son una bobada, las actrices también pueden desvestirse cuando van de amarillo.

- En las cosas del querer, sin ser egoísta, no hay te sin me. No se le llama "primera persona" por capricho.

- Quedarse con lo que no se ve no nos hace más ciegos, al contrario.

- He descubierto el placer de bailar, pero no con el agua.

- Considero más cortés una irreverencia que una reverencia.

Y lo mejor de todo, sin abandonar el símil querido, es que estoy más tocada que nunca, y sin embargo más a flote.




jueves, 26 de mayo de 2011

VI

Vivir en un por si acaso perpetuo puede resultar un poquito agotador.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Ven

- Lo que te diré tan sólo te servirá si te lo tomas como norte de tu vida. Si lo mezclas con otras filosofías o principios no conseguirás nada.

Asentí obediente.

- Son sólo dos conceptos.- Su tono se elevó, pero ya no quise apartarme de su vera-. Por un lado, recuerda algo tan sencillo como que querer es siempre más valioso que que te quieran. Querer mueve y detiene mundos. Que te quieran si tú no quieres, te acaba aletargando.

No intenté ni siquiera asimilarlo. Toda la vida me he dejado querer, y quizá aquello era insuficiente.

- Lo segundo y más valioso para llevar tu vida adelante es que debes darte cuenta de que nos hemos pasado la vida desde pequeños respondiendo a la pregunta "qué me gusta". Qué me gusta de comida, de ropa, de juguetes, de estudios, de trabajo, de amistad, de amor, de sexo... Y ese "qué me gusta" marca nuestro mundo. Da la sensación de que si nos gusta algo es un indicador de un rumbo o un deseo, y debes saber que no. Lo que nos gusta no es nuestro camino, ni tampoco lo que no nos gusta. (...) Entiende esto... Has de confiar en ti, no en lo que crees que te gusta a ti... La senda no la marca lo que te gusta a ti, sino que la marcas tú.


Después de aquello volvió a abrazarme y se marchó hacia la casa, tarareando "Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven".



- Albert Espinosa -

lunes, 23 de mayo de 2011

Re-vuelta

Proclamáis vuestra libertad de no elegir sin daros cuenta de la contradicción que implica. Os jusificáis alegando que una de las acepciones de comodidad habla de la resistencia. O algo similar habíais escuchado, ¿no es cierto?. Permitidme daros la razón, aunque no del todo: comodidad es resistencia... a esforzarse.



viernes, 20 de mayo de 2011

Lulu

No logro entender cómo tú, que siempre recuerdas todo, te olvidaste de ti.

jueves, 19 de mayo de 2011

Nosotros que somos ellos


El tiempo en realidad no es tan relativo como la gente comenta. Un minuto siempre sabe a poco, hasta cuando se retiene la respiración. He conocido a personas con historias tan contaminadas que han aguantado sin respirar durante meses, e incluso años. Afortunadamente, un día vuelven a hacerlo, de lo contrario, no las hubiera encontrado. Al principio se muestran torpes, pero respirar es algo que no se olvida, como montar en bicicleta (o esa es la creencia popular). Cuando se cercioran de que el aire es puro, se llenan de vida, y el fulgor de su expresión se hace eterno. Y eso, en términos absolutos, es más de un minuto.


martes, 17 de mayo de 2011

Intervención

¿Te cuento un secreto? Aquí no sólo hay serpientes. Si una persona que se esconde de inofensivas mariposas ha sido capaz de aprenderlo, tú no vas a ser menos. Y sí, estás en lo cierto, esta es la intervención que nunca tendría contigo en la vida real. Ya sabes cuánto peco de sutileza.


domingo, 15 de mayo de 2011

Cuaresma

Es posible que seamos algo más. Con ello, la base sigue siendo de carne y hueso para todos. Así que ya sabes: no te olvides de la carne.


jueves, 12 de mayo de 2011

Historias de Comosí

De pequeña descubrí que rozando con la nariz la mejilla de una persona y haciendo a la vez ruido con los labios daba la sensación de que le estaba besando. Para mí supuso toda una revelación que me libró de los besos por compromiso a familiares lejanos, vecinos, amistades paternas y personas mayores que no conocía ni recordaba. Sin embargo, tanta emoción me llevó al extremo de hacer como si en demasiadas situaciones, hasta el punto de acostumbrarme a ello, sin reparar en que no era sano del todo. Pero entonces, un día, con, que formalmente siempre se había considerado una preposición, se tornó en proposición. Después, dándole más vueltas, pensé que no era suficiente, así que la volví propósito. Y de repente, sucede. Un día, se convierte en realidad. Y lo único que deseas es preservar ese momento en cuidados intensivos para que nada ni nadie lo dañen, para que no se gaste, y, sobre todo, para poder recurrir a él cuando sea necesario. Y así es como se pasa de sentir como si a sentir con.



lunes, 9 de mayo de 2011

Meridiano

El pobre relojero estaba al borde de una crisis existencial y profesional. Nunca había vivido en una época con tantos cambios horarios en tan poco tiempo. Acostumbrado a ajustar los relojes dos veces al año, esta nueva situación resultaba agotadora para él. Encima, con este ajetreo, tenía miedo de olvidar alguna herramienta necesaria o cometer un error irreparable. Pero lo que más le aterraba era que una de sus preciosas máquinas se estropeara por el exceso de sincronización y un muelle le impactara en el ojo. De niño, siempre había soñado con ser pirata, pero hasta en los sueños existen ciertos límites.


jueves, 5 de mayo de 2011

Justo a tiempo

Se suponía que no debía estar ahí. Tenía que estar de viaje, en otra ciudad. Sin embargo, no sabe muy bien cómo, el hecho fortuito de que ella no fuera a acompañarle le frenó. No lo consideró una señal, pero sí le hizo pararse a pensar y terminar decidiendo que se había cansado de echar tierra encima. Estaba claro: comenzaría a excavar desde ese mismo momento. No tiene ningún sentido buscar el norte cuando no se ha perdido. Y menos pretender hallarlo en el sur. Se suponía que no era suficiente. Asumió que se había reinventado. No era resignación, sino definición. O al menos eso pensaba. No obstante, no contaba con el hecho de que lo que uno sabe, es desconocido para el resto, por lo que no dan nada por supuesto. Y en lugar de ser como debería, fue como fue.
Fue como es.


lunes, 2 de mayo de 2011

No sin mi no

Es cierto, se necesita un nivel de concentración bastante alto. Abrir los oídos, respirar hondo, y conseguir elevar la mirada más allá del propio centro de gravedad. Lo difícil es intentarlo, lograrlo es una consecuencia natural de todo el esfuerzo. Hay que querer saber, aprender, equivocarse, sentirse, y, sobre todo, atreverse a ver, a traspasar el reflejo que devuelve el cristal sin contemplación alguna. Pese a todo, dicen que sólo los superficiales llegan a conocerse a sí mismos. ¿Y qué nos queda si no nos queda nada por descubrir? Yo lo sé: en este mundo tan visual, uno no puede permitirse el lujo de estar ciego.