jueves, 30 de junio de 2011

Toc toc

Creo que ha entrado.

No puede ser.

Sí, he oído algo...

Pero... ¿cómo? Ha tenido que insistir mucho para que le abriera.

No, qué va.

Entonces la ha derribado de una patada. Debe ser descomunal. Qué miedo.

No, no, nada de fuerza bruta.

No lo entiendo, ¿y el cartel? ¿No lo vio?

Quizás lo malinterpretó.

Pues debe de ser alguien realmente disperso como para confundir "no pasar" con "pase sin llamar".


lunes, 27 de junio de 2011

Quieta

Me han recetado píldoras de laissez faire para después de las comidas, pero todavía estoy acostumbrándome a los efectos adversos. He leído que ayudan a estabilizarse, aunque son incompatibles con la búsqueda del equilibrio. Imagino que tarde o temprano tanta dosis de incoherencia surtirá efecto.


jueves, 23 de junio de 2011

Mío

Desde que era chiquitita le enseñaron que la ambición sin medida desgasta el deseo y vuelve opaca a la ilusión; así que cuando se hizo grande decidió conformarse con los cinco de serie y abandonar poco a poco el sentido del ridículo.


lunes, 20 de junio de 2011

Exeicismo

Como en general, también noto cierta desproporción entre el miedo que tenemos y después el peligro que hay. No hay peligro suficiente para el miedo que tenemos, qué queréis que os diga.

Ajo.

domingo, 19 de junio de 2011

Escalas

Si realmente se desea componer una melodía armoniosa, es imprescindible concebir el mi como una nota musical y no como un determinante posesivo.


jueves, 16 de junio de 2011

Pero, siempre

Algo incondicional puede ser infinitamente más peligroso que el cuchillo con la hoja más afilada que hayas visto nunca. Hablo en serio, y eso que los torpes nos cortamos a menudo...


miércoles, 15 de junio de 2011

Piedras

Llámale cobarde si lo deseas. Es posible que sea cierto. Aún así, siempre será más valiente que aquellos que lanzan el tequiero y esconden la razón.


martes, 14 de junio de 2011

Salirse de la tangente

Las relaciones entre personas paralelas son muy estéticas a la vista. Perfectas, sincronizadas, en una independencia exquisita. Una parece el reflejo de la otra, hasta el punto en que puedes llegar a confundirlas. El pequeño inconveniente es que nunca llegan a cruzarse, de manera que no intervienen en sus trayectorias. No se perturban, pero tampoco se enriquecen. Quienes, por el contrario, optamos por relaciones tangentes, contamos con la ventaja del contacto, que acaricia, reconforta y compenetra. Sin embargo en ocasiones también aflige.


domingo, 5 de junio de 2011

. . .

Últimamente tengo tantas cosas dentro de la cabeza que no me cabe ninguna duda.