lunes, 18 de junio de 2012

Radiación

El mundo, como en la mayor parte de los casos, vuelve a estar equivocado. Se suele creer que los productos y las personas tóxicas deben llevar un etiquetado que advierta apropiadamente del peligro que entraña entrar en contacto con ellos. Pero en el momento de diseñar una señal que los identificara, se cometió un error fatal, y ésta sólo era visible en la oscuridad más absoluta. Y para estar a oscuras, lo mejor es cerrar los ojos, aunque muchos temen hacerse daño con algún obstáculo inoportuno. No obstante, muchas veces la mejor forma de estar a salvo es no dejarse guiar por la vista, sino por el corazón.


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